sábado, 16 de marzo de 2013

Cine y sexualidad (1910-1939)

por el Lic. Andrés Moltedo Perfetti

"El cine es la verdad a 24 cuadros por segundo" Jean Luc Godard.
"El cine es la mentira a 24 cuadros por segundo" Stanley Donen.

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El presente trabajo consiste en una revisión histórica de la evolución del modelo de pareja y de los roles masculino y femenino en el cine. Para esto se han seleccionado las películas norteamericanas más representativas de cada década (a criterio del autor) y se han rescatado los estereotipos relativos a las conductas de los personajes de acuerdo al género, estableciendo una comparación a través de las décadas.

"Quien maneja la información, maneja el poder", es una frase cada día más popular que bien pudo haber sido extraída del "Ciudadano Kane" de Welles, película muy criticada por ciertos sectores conservadores, cuyo argumento causó bastante revuelo en la sociedad norteamericana de los cuarenta. Pero el paso del tiempo ha demostrado que la tesis de Orson Welles era acertada.

"El cine ha introducido en la mente de los norteamericanos más información falsa en una noche que toda la Edad Media en toda una década" Hecht, Ben. Citado por Black, Gregory en "Hollywood censurado", Cambridge University Press, primera edición, 1998. Página 15.

Las Distintas Décadas


1910-1919:

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En esta época, la mujer encuentra dos modelos dicotómicos a seguir, cada uno con sus pros y sus contras. Por una parte se encuentra la vampiresa, una glamorosa mujer sensual, desinhibida y dueña de sí misma, que se desenvuelve en el mundo sin necesidad aparente de los hombres, y de la cual éstos se van a enamorar. Por otra parte, se encuentra una inocente, tímida, buena y casi desvalida, no muy agraciada, una representante fiel de la mujer común norteamericana de principios de siglo.

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La cara inversa de la medalla y en cierto sentido muy similar al rol femenino, se encuentra en las películas de Charles Chaplin, donde se presenta la imagen de un hombre desvalido y bondadoso (Popeye sin espinacas) que en muchos casos debe luchar contra un otro masculino prepotente y poderoso física y económicamente (tipo Brutus) por el amor de una mujer (tipo Olivia). Finalmente, el amor triunfará y la mujer verá en él al príncipe escondido.

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1920-1929:

Con posterioridad a la Gran Guerra, el público quedó más cercano a las experiencias fuertes y realistas que las idílicas fantasías de los cineastas de la década anterior. En estos años se da una suerte de liberación sexual en el cine.

En los principios de la década observamos cómo la relación de pareja todavía debía ser recatada y seguir los pasos que la sociedad formalmente había establecido para su conformación como tal. Vemos, por ejemplo, a Clara Bow enamorada de su jefe, un hombre soltero, apuesto, elegible, pero aún así, al llegar a la noche a su casa en el auto de él, cuando éste se acerca a darle un beso de despedida, ella lo abofetea. La mujer, claramente debía que ser contradictoria (al menos exteriormente), podía querer algo o a alguien, pero si quería ser respetada socialmente como una dama, debía hacerse la que no.

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En el caso del modelo femenino, hay un cambio crucial, la mujer común norteamericana, en principio identificada con la protagonista buena e inocente, debió enfrentarse al menos indirectamente con la guerra y la cruel realidad que ésta trajo a los hogares. Con el transcurrir de la década, poco a poco se va haciendo menos inocente, es más audaz y desinhibida, incluso se hace un poco más mala (pero no tanto), por lo que en ella se plasman ambos roles de la década anterior, ocupa ella sola ambos nichos y condena a la vampiresa a desaparecer y extinguirse. El mercado había actuado. La mujer debía ser lo suficientemente audaz como para conquistar y seducir más activamente a los hombres (no debía ser tan mojigata) y despertar las pasiones en éstos, pero al mismo tiempo no debía espantarlos, ya que estos siempre irían a preferir, al menos en público y a largo plazo, una buena esposa y madre para sus hijos que una mujer desinhibida y desenfrenada.

Otro ejemplo del cambio de óptica se observa en que la tímida Gloria Swanson de la década anterior sufre para 1926 un gran cambio de imagen en "The loves of Sunya" en donde ella domina a los hombres, hace que estos padezcan toda una serie de sufrimientos y se tengan que rebajar a ser sus esclavos para poder simplemente lavarle o besarle los pies. Este prototipo del rol femenino se haría más patente en los primeros años de la década siguiente.

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La mujer puede ir liberándose un poco más de sus ataduras, puede ser sensual y seductora, aunque es esperable socialmente que lo sea en la privacidad del hogar. El cuerpo de la mujer se transforma expresamente en una arma de conquista, especialmente en la desnudez solapada del baño en tina y con bastante espuma. Es De Mille en su película "Male and Female" donde cuenta con la actuación de Gloria Swanson, el que introduce por primera vez en la historia la escena de la tina y del baño femenino desnudo, escena que se convirtió en la marca de los 20. Otras actrices que hicieron escenas de baño fueron Clara Bow y Esther Ralston. Una variación sobre el mismo tema se aprecia en una película basada en la Revolución Francesa ("Orphans of the Storm"), donde Griffith llenó la tina con vino y muchas jovencitas. De Mille, por su parte, en "The Sign of the Cross" va más allá al mostrar a Claudette Colbert dándose un baño de leche, de la cual dos inocentes gatitos se acercan a beber, mezclando la inocencia de los felinos con los deseos ocultos de los hombres de deshacerse de la leche para observar el cuerpo femenino, y de las mujeres por mostrar ese cuerpo y ser observadas.

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1930-1939:

Esta década posee marcadamente dos momentos, antes y después del 33. Los primeros años, hasta 1933, se trata de la culminación de los excesos de los años veinte, un período en donde se observa el mayor libertinaje sexual en la historia hasta ese momento. Este cambio de visión de la sexualidad y de los roles masculinos y femeninos se debió a la utilización de un código de censura.

En la primera parte de esta década (hasta 1933) el rol femenino aumentó su protagonismo, la mujer común había ido acercándose cada vez más a la vampiresa, sin embargo, aquí nos encontramos con una mujer que no sería amada, sino que idolatrada e incluso temida por los hombres, los que mansos y sumisos se deberían arrodillar y sacrificar en la adoración de la diosa. Es sin duda, la manifestación del ideal onírico de los hombres de esa época, una suerte de amor masoquista por una mujer inalcanzable (recuerdos del complejo de Edipo, para algunos), que despliega todas sus dotes discreta o sádicamente. El primer ejemplo de esta nueva visión está en Brigitte Helm, descrita como hermosa, fría y fatal.

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Más mundana que el modelo femenino de la diosa, es Mae West la figura femenina más sexy de todas. Aunque poco agraciada físicamente y algo mayor de edad, ella representaba a la mujer a la que no le importaba lo que se dijera de ella, y es más, hablaba públicamente de lo prohibido… la sexualidad. Sin dudas, este modelo femenino tampoco estaba enfocado hacia las mujeres, encarnaba a "la otra" de los hombres, a aquella que no pediría compromisos, aquella con la que se podía debutar y obtener experiencia para luego casarse. De esa manera, esta protagonista insaciable irremediablemente debía quedarse sola e incomprendida (aunque con el agradecimiento de los varones). Representaba sin dudas, las fantasías ocultas, o no expresadas, de las mujeres por tratar a los hombres de la misma manera como éstos las habían tratado. Ella era, a fin de cuentas, un hombre (en actitudes, comportamientos, expresiones, vida, etc.) en un cuerpo de mujer, por lo que podía hacer lo que éstas no podían. En "La incomparable", la vemos utilizar un resquicio a las prohibiciones a las que fue sujeta (como no poder besar en la pantalla), la ironía. De esa manera podía hablar de sexo y no hablarlo, ocultándolo. Para ella, los hombres (incluyendo galanes de la talla de Cary Grant) son piezas que esta mujer mueve a su antojo en el tablero de la vida.

Un elemento a destacar es el hecho de que salvo excepciones, los modelos femeninos de esta época no son mujeres hermosas físicamente, sino que son mujeres con cierta actitud.

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El cuerpo desnudo de la mujer era un tesoro por descubrir, que debía exponerse solamente en la intimidad y ante el amado (incluso a veces ni siquiera ante este), no era adecuado mostrarlo al desnudo. Si la década de los veinte fue la época de los baños en tina, la década de los treinta fue la de la lencería, los directores buscaban cualquier excusa para que las heroínas se sacaran la ropa. Observamos a una joven Bette Davis decirle a Richard Barthelmess en "Cabin in the Cotton" una célebre frase: "espérame aquí mientras voy a ponerme algo más cómodo" y lógicamente, aparece vestida con ropa interior.

El modelo femenino recatado, puro, virgen y bondadoso, continúa presente (como lo ha hecho hasta nuestros días), es el más representativo de lo que en la realidad se daba y ante este modelo, brillaban los hombres. El modelo masculino de este momento era el del tahúr, el vividor, el aventurero, el hombre macho recio, no agraciado físicamente. Esta interacción entre el vividor y la mujer común, junto con la lencería, se ve en lo que ocurre entre Carole Lombard y Clark Gable, en la única película que hicieron juntos: "No man of her own", donde ella es la única mujer que no cae rendida ante los encantos de Gable en un fin de semana. En la escena culmine él va a la cabaña de ella y al encontrarla en ropa interior no hay solución posible… tiran al cara y sello una suerte bastante peculiar: o ella se rinde ante él o se casan… fiel a su época, en este film gana ella, por lo que se casan, demostrando que él a pesar de lo vividor es un hombre de palabra (y honor) y que por ella (la mujer inocente y recatada) dejará a las demás, a aquellas mujeres con las que uno puede acostarse pero no casarse. El mensaje estaba claro ya desde aquel entonces (como ya lo estaba en la mitología popular).

La inocente mujer común, ante la falta de un amante esposo, ya sea por viudez o soltería, podría sufrir una serie de males físicos (o psicosomáticos). En "Love me tonight", Jeanette MacDonald es una viuda que se desmaya constantemente y padece de una extraña enfermedad, cuyos síntomas la aquejan, sin saber ella por qué, especialmente en la soledad de la noche, ante el recuerdo de su fallecido marido.

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"Baby Face" (1933) protagonizada por Barbara Stanwyck es la última película que muestra actitudes completamente abiertas hacia la sexualidad y que comenzaron en los veinte. Después de aquel año, las exigencias de la censura aumentaron su presión sobre los estudios, por lo que éstos modificaron sus películas, y con dicha modificación, cambiaron también ciertos aspectos de los roles masculinos y femeninos.

La depresión, que se inició el año 1929, mostró signos de recuperación sólo a partir del año 1933 y modificó las actitudes de los espectadores, las ollas comunes y el hambre ajustaron en cierta medida la escala de valores, el público empezó a no aceptar un enfoque tan irresponsable ante el sexo y las relaciones de pareja. Empieza, por tanto, una nueva edad de la inocencia. Las actrices que empiezan a destacar son niñas o adolescentes de la talla de Shirley Temple, Judy Garland y Elizabeth Taylor. Por ejemplo, en medio de todo este período la película más taquillera de 1937 fue el dibujo animado Blancanieves.

El modelo femenino que se recalcaba en las heroínas era el de las mujeres comunes y normales, las hijas de cualquier vecino, alguien con quien coquetear para luego casarse, la atracción sexual se recalcaba en la apariencia y belleza física, y no en la actitud o los comportamientos seductores o prosexuales. La segunda guerra mundial acaba con esta edad de la inocencia. Sólo una de las representantes del modelo inocente femenino de este período seguirá siendo top y vigente hasta la década de los 60: Elizabeth Taylor, que empezó con un inocente papel en "National Velvet" y llegó a "Cleopatra" siendo una mujer completamente distinta y desenfrenada, cambio que se inició en "Place in the sun".

Sin embargo, junto con estas mujeres comunes y normales, coexistió un modelo femenino en donde se mezclaba la belleza física con la actitud (sin llegar a ser las mujeres pre-33). Vivian Leigh, Greta Garbo, Ingrid Bergman, Rita Hayworth y Claudette Colbert entre otras serán las encargadas de luchar, pero ahora ya no eran del tipo diosas adoradas o vampiresas indómitas, sino que eran de una frialdad aparente que debía derretirse ante la voluntad del hombre, debiendo sucumbir ante los Clark Gable, Humphrey Bogart, por excelencia. Hombres no muy agraciados físicamente, pero con la actitud suficiente para doblegar y someter a sus coprotagonistas por chúcaras que ellas fueran. Eran tan hombres, que no había mujer capaz de resistírseles.

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Como buena representante de su época, en "Lo que el viento se llevó" (1939) se aprecia en el tobillo de Vivian Leigh el término de la ropa interior larga. La lencería, la mujer debía usarla, pero los hombres, sólo en la intimidad del matrimonio podían tener acceso a la vista de ella (y aún no siempre), y cuando Gable comete la imprudencia de verle la pierna y mencionarlo, es tratado como "grosero". Hay cosas que se pueden ver, pero no se las puede mencionar, tal como se queja Gable.

Coetánea a "Lo que el viento se llevó" es "Ninotchka", uno de los films clásicos de Greta Garbo, en donde ella encarna a una agente rusa (ex sargento de la primera guerra mundial), una mujer inexpresiva, fría y escueta, que se siente un pequeño engranaje de la revolución.

Como contraparte Melvyn Douglas es "León" un soltero vividor, playboy de los años treinta y de alta alcurnia a pesar de premuras económicas. Un hombre que vive en el filo de la navaja entre el honor y la sinvergüenzada, entre ser un Don Juan o un gigoló.

Las actrices fuertes de carácter de los treinta producirán una gran influencia en las mujeres de la época, las cuales deberán asumir un rol protagonista en las actividades industriales y productivas que la segunda guerra mundial les exigirá. Y serán estas las mujeres que inspirarán un par de años después a los soldados a pelear y a ganar, para casarse con las hijas del vecino.

(CONTINUARÁ)

ENLACES/FUENTES:
http://www.sexovida.com/arte/index.htm
http://www.laescueladelosdomingos.com/2012/05/el-cine-se-viste-de-negro.html
http://mythicalmonkey.blogspot.com.ar/search/label/Silent%20Era
http://mythicalmonkey.blogspot.com.ar/2011/07/happy-birthday-clara-bow.html
http://plegariasdesatendidas.blogspot.com.ar/
http://retro-vintage-photography.blogspot.com.ar/
http://www.sexovida.com/arte/cineysexo1.htm
http://www.sexovida.com/arte/cineysexo2.htm
http://divasdelcine.blogspot.com.ar/2010/07/mae-west.html
http://solobags.blogspot.com.ar/2011/01/scarlett-ohara.html

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